domingo, 17 de abril de 2011

Abril: La platica

Ese día a mi compañera de habitación ya la habían dado de alta, no se si por lastima o porque ya nadie la aguantaba en el hospital con sus quejas, chillidos, rabietas y de pilón su familia se la quería llevar sin pagar los gastos del hospital.

Así que viéndome sola en esa habitación durante la noche empecé a platicar de nuevo con mi padre Dios: Gracias patrón por traerme hasta acá, se que no he sido el mejor ejemplo de ser humano que tu esperas que sea; gracias por las atenciones que estas gentes me han proporcionado. Solo te pido un favorsote, mañana me van a intervenir para tener a Ángela, solamente ayudame, no me dejes sola, por favor, pon en mi camino los ángeles que me ayudaran y no me harán sentir sola. Sabes que aquí estoy así y que necesito sentirme acompañada; ya llegue hasta acá, ahora solo ayudame a terminar esto, confió ciegamente en ti y se que harás lo mejor para mi y para mi beba; te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús.

Durante la noche sentí que no estaba sola, que Dios mismo estaba a mi lado, tenia la impresión que Papa Dios había dejado de hacer cosas mas importantes y estaba a mi lado, cuidándome, acompañandome cada minuto de esa noche, porque lo digo? porque así lo sentí; sentía y sabia que Dios no me iba a abandonar y menos ya casi a punto de llegar a mi meta.
Sabia de sobra que abandonandome a su voluntad iba a solucionarse todo; el ya me había dado una prueba de su bondad al dejarme llegar ahí, ahora solo nos faltaba el ultimo estirón, como yo le decía.

Esa noche simplemente di las gracias a Dios y volví a dejar todo en sus manos.

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