lunes, 20 de abril de 2015

Camino

Llegué a éste lugar sin más expectativa que dejar atrás y fuera de mi vida todo aquello que me impide crecer, sanar, liberarme.
Corté lazos con aquellas personas que me dañan y lastiman; quizás en su intento de amarme o protegerme, quizás en su intento de impedir que siga volando con mis alas.

Hoy, reparo mis alas, mi corazón; siento mucho tener que dejar personas y cosas que en algún momento fueron y significaron mucho para mi, pero es el momento de decirles adiós.
Les digo adiós no por egoísmo, sino por amor a mí misma, porque necesito seguir mi camino.

Mi búsqueda no ha finalizado, al contrario; cierro un ciclo y abro uno nuevo en donde me esperan personas, cosas y situaciones nuevas y diferentes.
Cierro ésta etapa en donde tuve gente maravillosa conmigo, me llevo lo mejor de ellas. Los momentos malos y tristes los aprendí a transformar en experiencia, los hermosos y bellos en felicidad y amor.

Deseo con todo mi corazón que cada uno encuentre su camino, su felicidad; que encuentre la verdad que busca, pero sobre todo que encuentren el amor de Dios.

Si tu deseas estar al final de mi camino esperándome y retomar lo que alguna vez dejamos pausado y pendiente, éste es el momento. Si no es así entonces que Dios te bendiga, te dé sabiduría para elegir, humildad para pedir perdón y enmendar errores, vida para disfrutarla, fuerza para los malos momentos y fe para que nunca sientas que Dios te ha abandonado.

Gracias por haberte cruzado en algún momento en mi camino, por todo lo que me enseñaste, por todo lo que me diste, pero sobre todo por lo que me amaste: GRACIAS.

Te perdono, te libero, te bendigo, te amo infinitamente.

(19-abr-2015)


jueves, 16 de abril de 2015

Querido Gabo

Ya son 365 días desde tu partida que las mariposas amarillas cambiaron su viaje hacia la hermosa tierra de Macondo, esa tierra que tu nos enseñaste a amar y a querer vivir en ella, no importando si había una ruta directa para llegar, lo importante es llegar y decidir vivir ahí.

Aun recuerdo la mañana que castigada me quedé en la rústica biblioteca de mi preparatoria y descubrí casi enterrado un libro cuyo titulo aún recuerdo: "La historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada" me atrapó de tal manera que cometía travesuras para que me enviaran a cumplir mi castigo a la biblioteca y poder leerte y así salir un poco del encierro que representaba mis años de bachiller.

Me enseñaste que no hay mas grande soledad que la que se vive rodeada de gente; que las personas viven eternamente esperando algo que quizás ellas mismas sepan jamás llegará, Que no hay amores perfectos, sino eternos; que podemos amar sin limite de edad y aun en nuestros peores tiempos.

Aprendí a amar tu tierra, a disfrutar el simple placer de dejar caminar mi pluma sobre el papel para llenarlo con lo que mi alma siente. Gracias a ti, porque sin tu saber de mi existencia me ayudaste a darle alas y letras a mis sueño de escribir.

Hubiese querido sentarme una tarde a platicar contigo para impregnarme de todo esa sabiduría que contenías y está plasmada en tus grandes obras. Por todo lo que aun me sigues inspirando para seguir escribiendo: ¡GRACIAS!

(17-abr-2015)



lunes, 13 de abril de 2015

El pintor

Era un lienzo en blanco su piel pues nadie había sabido dejar una huella perdurable en él.
Pensaba que así sería siempre, pero la vida un día le presentó un pintor que con las palabras más hermosas le convenció e dejase pintar para ella y en ella el mejor paisaje.

Describía con sus mejores colores lo que sentía por ella, lo que al verla le inspiraba plasmar en ese lienzo en blanco que era ella.
Se dejó pintar, abrió su alma y dejó salir todo lo que llevaba dentro de ella, deseaba no tener espacios oscuros. Quería que aquel desconocido pintor los cubriera con el color más luminoso de su paleta.

Tomó sus finos pinceles y delineó luz en sus tristes ojos, trazó una y mil veces los labios deseando besarlos tiernamente al tiempo que los dibujaba.
Con gran destreza y maestría dibujó todas y cada una de las lineas de su cuerpo, deteniéndose de vez en cuando para admirar lo que estaba logrando a través de su mirada y sus hábiles manos.

No dejó hueco de piel alguna sin cubrir de color, especialmente el lugar donde se ubica el corazón, lo dibujó de tal manera que ya al terminar su obra sería un corazón nuevo, pues había dejado en ése lugar su propio corazón.

Al final sonrió satisfecho con el resultado y estrechándola en sus brazos le susurró al oído: - Eres hermosa, mírate, yo solamente di color a tu belleza.

(13-abr-2015)

  

lunes, 6 de abril de 2015

Algo mas

Nunca imaginó que aquel sencillo caballero que todos los días pasaba frente a su puerta pudiera hacerle ver lo que valía. 
Le permitió entrar a su vida para quererle, al mismo tiempo que le escuchaba decírselo lo sentía.

Por primera vez en su vida no lloró ni le dolían las caricias que le hacían; no derramó lágrima alguna después de que la poseyeran, al contrario, se sentía plena, dichosa, amada, valorada. 
Sentía y escuchaba todas y cada una de las palabras que él le susurró una tarde cualquiera al oído.

Se sabía hermosa, digna de ser amada, no sintió pena al exponer su piel. Sabía que aunque él nunca le pudiera tocar ahí estaba para hacerle sentir amada, para acariciarla con sus palabras y que se le grabaran tan profundo en la mente y en su alma para que cada vez que intentaran lastimarla vendrían a su mente para proteger antiguas heridas y evitar ser dañada.

Antes de cerrar los ojos y dormir profundamente esa y las noches siguientes, agradeció al destino haberle conocido y dejado entrar un poco más allá de la puerta de su vida: a su alma.

(3-abr-2015)




viernes, 3 de abril de 2015

Una tarde, una historia

Lo conoció una tarde cualquiera, se vieron sin mirarse en medio de tanta gente.

Sabia que desde ese momento parte de su historia se escribiría a su lado, no se prometieron nada, ni se juraron amor eterno, simplemente dejaron que su soledades se juntaran y hacer de ellas una constante presencia.

Le hablaba de su vida mientras él la escuchaba embelesado, de vez en cuando le interrumpía para decirle lo valiosa que era para él. 

El tiempo no importaba pues ella tenia el don de hacerle perder la noción, de desconectarle del mundo para concentrarse sólo en ella. 

Se imaginaron esa tarde caminando tomados de la mano, recorriendo calles de la gran ciudad. Sin mediar palabra se robaron un beso, un beso dulce como suelen ser los primeros besos, la intensidad de ese beso los llevó a buscar un momento a solas, lejos del mundo y de las miradas indiscretas. 

Desnudaron mas allá del cuerpo, el alma y dejaron que el deseo que guardaban uno por el otro desde hacia tiempo y que habían dejado pausado años atrás los envolviera. 

Escucharon caer la tarde, hasta que llegó el momento de despedirse, mientras lo hacían, ambos sabían que ya nada seria igual entre ellos dos a partir de ese día que se dieron permiso para quererse.

(1-abr-2015)