jueves, 28 de abril de 2011

Abril: El ultimo estiron

Eran como las 6:30 de la mañana cuando una enfermera va hasta mi habitación, según ella para despertarme pero yo ya estaba despierta a esa hora, no podía esperar mas tiempo para empezar a prepararme para la cesárea mía, ya pronto conocería a Ángela y eso me emocionaba y al mismo tiempo me daba un miedo enorme, porque yo no sabia como tratar a una niña, a una princesa. Pero como siempre me gusta prepararme con tiempo y no andar a las prisas yo ya había adelantado parte del trabajo que la enfermera tenia que realizar en mi.
Cuando llega me dice en 30 minutos te trasladaremos al área de gine para que estés allá y te puedan meter a quirófano, en eso me incorporo casi asustada porque pensé: Miguel no esta aquí, no alcanzara a llegar, se supone q me meterían a quirófano a las 7:30 am, en ese momento tomo mi celular y casi al punto de las lágrimas le digo: -Cielo ya me van a llevar a gine, donde estas?- y sintiendo sorpresa en su voz: -Estoy acá en la casa de Sandra, me estaba arreglando, Patty se esta bañando para irnos, oye te adelantaron la hora o que paso?
-No se amor, no me dejes sola, por favor... cielo ya me llevan me das tu bendición por favor?- en medio de una tristeza me da por teléfono su bendición y casi al borde de las lágrimas cuelgo. -Listo vámonos y que sea los q Dios quiera.

Solo cruzamos un pasillo y a los pocos metros estaba el área de Ginecología, ahí estaba la sala casi desierta, colocan mi camilla y al momento llegan a colocarme un suero en el catéter de una de mis manos y a ponerme el aparato para hacerle un ultimo examen de los latidos del corazón a mi Ángela. En eso estaba la enfermera cuando llega un joven muy amable y se presenta como mi anestesiologo, me hizo una serie de preguntas sobre mi salud, etc, lo de rutina, además me presenta un documento donde yo autorizaba que durante la cirugía que se me efectuaría también se me practicara la Salpingoclasia (cortar las trompas de falopio de mi cuerpo para evitar futuros embarazos) a lo que accedí gustosa a firmar, esto porque yo ya había decidido solamente quedarme con mis dos hijos, pensaba: Si esta la platique, quien sabe la próxima como me vaya, mejor un método radical que una muerte segura.

Estando yo recostada esperando a que el momento de la cesárea llegara y poder ver por vez primera a mi Ángela, oigo a mis espaldas una voz femenina conocida que me dice: -Oye eres influyente en este hospital o que? Con quien hablaste, a ver dime?

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