Hombre en miniatura

Ahora que te contemplo mientras duermes, vienen a mi mente los muchos recuerdos que tengo de ti en el poco tiempo que llevas de vida aquí conmigo.

Nuestra relación se dio de forma inesperada y deseada. Cuando supe que llegabas a mi vida di gracias a Dios y pedí que fueras así como eres. Aun recuerdo ese momento en que a poco minutos de conocernos sonó en la radio nuestra canción como dándote la bienvenida a este mundo lleno de injusticias y tristezas, pero también de alegrías; y lo único que pude decirte fue: ya pronto nos veremos y de hoy en adelante no nos separaremos.

Siempre me asombró que a tan corta edad tu ya quisieras hacer las cosas por ti solito. Aprendiste a caminar en medio de un invierno marcado por la nieve, fue mi mejor regalo de navidad ese año. Todavía guardo tu primer dibujo hecho por tus manitas, esas manos que siempre beso y digo: tienes las manos de mi papá.

No voy a olvidar el día que supe que no eras como los demás niños, que tu inteligencia estaba marcada y que por causas desconocidas para mi y para todos tendría que convertirme en tu mayor apoyo, tu guía y hasta tu ejemplo. Llore desconsolada y me dije a mi misma: Dios le da hijos inteligentes a cualquiera, pero hijos con inteligencia especial no a cualquiera y yo no soy cualquiera.

Se que a veces pierdo la paciencia contigo, pero al mismo tiempo recapacito de mi momento de estupidez y te pido una disculpa, porque aun no me doy cuenta de cuan pequeño eres. Que aunque tienes la madurez de un adulto, todavía eres un niño. Me has enseñado que si no tengo paciencia por ti y para ti la tengo que inventar.

Solo le pido a Dios que me deje verte convertido en un ser humano lleno de valores, conocimientos y sabiduría, te ponga en el camino a esas personas que puedan entenderte; tengas verdaderos maestros que te lleven de la mano sin desesperarse porque no aprendes como los demás, sino que tienes un modo especial de ser, ver y vivir la vida.

Le pido a Dios que cuando a tu vida llegue el momento de irte de tu hogar para hacer el tuyo, lo hagas al lado de una mujer que te ame, respete, valore; pero sobre todo te apoye en este difícil camino que se llama vida.

No puedo más que agradecerle al destino que me diera la oportunidad de ser tu mamá, de ser la primer mujer que ames en este mundo, de ser tu primer contacto con el mundo femenino y que gracias a ello tengas esa sensibilidad y caballerosidad que en esta época esta extinta.

Gracias por enseñarme que aun los modelos en miniatura son grandes....
(4-feb-2013)