miércoles, 27 de febrero de 2013

Capítulo

Hoy cierro un capítulo más de éste libro que aunque quedan palabras por decir, siento que ya esta demás decirlas. Hoy dejo de hablar de ti, no porque no me importes, sino porque sé que tu vida esta atravesando una difícil prueba en la que requieres todas tus fuerzas para pelear por tu vida, no para que te malgastes peleando una guerra inútil y por demás dolorosa conmigo.

Me duele pensar que desperdiciamos años: tu creyendo lo que no soy, abriendo tu corazón y oídos a palabras llenas de veneno; yo tratando de convencerte que no soy lo que creíste por tanto tiempo, tratando de ganarme tu cariño, respeto y aceptación  Eso ya no tiene importancia, solo espero y pido que a ti venga esa oportunidad de recuperarte.
  
Aprendí de la manera mas dolorosa que los te quiero y te amo deben decirse en vida, cuando a quien van dirigidos aun tienen fuerzas para escucharlos. Me atreví por fin a decirte lo mucho que te quiero pero jamas espere que me dijeras que tu también me quieres. 

Las despedidas son difíciles; dejar ir a quien se quiere duele pero sé que debo dejarte ir, que tu misión conmigo esta llegando a su fin, nunca entendí el porqué de tu actuar, ahora sé que me estabas enseñando a ser el pilar, a ser fuerte, a no doblarme ante las tormentas. 

Me vas a hacer falta, mucha falta. Te doy las gracias por lo el tiempo que estuviste conmigo, por las palabras de aliento, por los regaños, por tanto amor que le diste al hombre que hace 10 años me entregaste en la iglesia y por el amor, cariño, besos, abrazos y atenciones que a mis hijos les diste, les has dado y sé que les darás desde donde estés.

Hoy sé para qué durante mi ausencia y lejos de mis raíces le pedía a Dios que me diera fuerzas, no sabia que tu fin estaba cerca y que a mis hijos les hará muchísima falta el cariño que solo las abuelas saben dar.

Sé que debo ser fuerte porque a ti no te gustan las lágrimas pero no puedo evitarlas, durante años las contuve y cuando las derramaba por tu causa lo hacia en silencio y a escondidas. Disculpa la rebeldía en mi actuar, en el fondo las dos sabemos que tenemos un carácter difícil de sobrellevar y eso ocasionaba el no entendernos.

Hay guerras que se ganan perdiendo y guerras que se pierden ganando, lo único que te puedo decir es gracias. Gracias porque sin ti, no tendría los hijos que tanto amo y por los que sigo aún de pie a pesar de todo y todos.

Espero volver a verte algún día, te dejo mi bendición y mi eterno agradecimiento por estos 23 años de haberte conocido y tratado.

(9-feb-13)





No hay comentarios:

Publicar un comentario