viernes, 8 de febrero de 2013

Ella y él

Ella nació en su pensamiento, sin saber que la vida ya la había creado para darle vida a sus sueños.
El tiempo y el destino se encargarían de reunirlos en un punto inusual. Él la reconocería porque llevaba años esperándole.
Ella llego a su vida, la tocó sin tocarla. La quiso hacer suya pero una cadena invisible la detenía; aun así se atrevió a amarla. 

Se reconocieron por sus lágrimas, por su dolor, la tristeza de buscarse sin encontrarse toda una vida los había unido.
Él reconoció en ella a la princesa de sus historias que desde niño tenia en su mente. Ella siempre hablo de él sin conocerlo, sin siquiera saber si ya existía.

Ambos llevaban la misma historia escrita con tintas de colores pero en distintos libros, en hojas gastadas por el tiempo; con errores, enmendaduras, pero con la esperanza de que un día esa historia se cruzara. Ella de eterna luz azul que únicamente él podía identificar en medio de un mar de gente. 

Los dos sin saberlo son presos: ella de un espacio del que siempre se sintió extranjera; él preso de su cuerpo y de su propia mente que le jugaba en contra cuando quería amarla.
Aun así, en medio de tormentas se amaban, porque lo único que tenían eran sus mismos sueños, se hablaban un mismo idioma que sólo ellos entendían.

Para escapar de su realidad crearon un hogar en donde eran libres de vivir su historia. Se amaban a horas extrañas, se regalaban rayos de sol, gotas de rocío, se dejaban besos bajo las almohadas, encontraron que el polvo de estrellas y el olor de las rosas tocadas por sus manos era el tesoro mejor guardado. Dormían abrazando un vacío lleno de ellos. 

Él no podía verle, sólo sentirle, aun así le amaba y hablaba de ella a quien quisiera escucharle sobre su voz, de como olía su cabello, de su caminar. Ella daba su vida por un abrazo, tanto así que un día caminó sus mismas calles dejando un rastro de lágrimas y pasos que él sale cada tarde a seguirlos, para sentirla.

Ella es una mariposa encadenada que no puede volar, pero en el pensamiento de él ella es libre y vive a su lado. Los dos comparten la misma alma en distintos cuerpos, lo hicieron así para que nadie, ni siquiera la muerte los pueda separar.
Ella le escribe mensajes que envía en las alas de las mariposas que encuentra en su camino, él le responde con suspiros que el viento transforma en besos, abrazos y caricias.

Presos de un silencio involuntario que a veces se rompe por los te amo que llevan guardados sin decirse y necesitan escuchar. Él prometió ir por ella para cumplirle el sueño de abrazarle aunque esté encadenada. Ella juró le esperaría no importando que su eterna luz azul se extinga.

(8-feb-13)



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