jueves, 31 de marzo de 2011

Oréades: Warlock el mago

Tratando de entender el porque de la desaparición de Azpher, Oreades a través de la ventana de su habitación en el castillo, contempla la montaña que hacia mas de una semana que había estado envuelta entre nubes oscuras, estruendos y rayos; preguntándose que había ocurrido el pie de esa montaña para que provocara tanto caos entre los animales del bosque. Suspira añorando a Azpher, piensa en el y no imagina en donde se encuentra el príncipe por el cual sigue viviendo su encierro.

Tras unos arbustos y muy cerca del castillo Warlock observa la triste y frágil figura de Oreades, por un momento siente una punzada en su corazón, ese tipo de punzada que solo se siente cuando alguien entra por nuestras venas y su imagen se deposita en la mente y en el corazón. Sintiéndose así, Warlock se aleja del castillo pensando en como acercarse a Oreades y no parecer atrevido ni importunar con su presencia la soledad en la que vive la princesa.

Mientras camina rumbo a su guarida en la montaña, Warlock no logra sacarse de su pensamiento los ojos grises de Oreades y sabiéndola ajena e imposible de alcanzar decide intentar acercarsele, todo esto movido por un raro sentimiento en el que aun ni el mismo logra descifrar; al tiempo que llega a su morada, Warlock sabe que el único ser que puede interponerse entre el y Oreades es Zhit. Ya que cuando le fue revelado el porque de su misión para con Zhit, también le fue revelado parte del secreto de Zhit, solo que aun no es el tiempo; aun Zhit no comprende el porque de su existencia.

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