Carta a un guerrero

Hoy vine a verte, aqui en la soledad de este sitio, para decirte que te extraño, que haces falta en el día a día de mi vida.
¿Que te pasa? ¿Ya no sientes esa ilusion del principio? ¿Donde estan tu y la princesa? 

Ella poco a poco se esta apagando, quizás quiere dormir igual que tu para ver si por lo menos te encuentra en un sueño y poder vivir junto a ti todo aquello con lo que alguna vez soñaron.


¿A donde se fueron las ganas de vivir, de reír de ustedes dos? ¿En donde quedo el amor entre ustedes? ¿Quien se llevo todo eso?
Sé que aquí hay amor contenido, se siente que aun aqui hay amor entre ustedes, sólo es cuestion de sanar heridas, perdonar errores y fallas, olvidarlos, dejarlos atrás, de tener la determinación de seguir adelante y juntos.

¿Donde dejas a esa mujer que convertiste en tu flor, en tu princesa? Ella aun te ama, esta peleando por ti, por ese amor. ¡Guerrero despierta, no dejes de luchar por lo que amas! Tanto han esperado tu y ella para encontrarse en esta vida como para dejar todo a mitad de camino y esperar a la siguiente vida para reunirse de nuevo.


No desistan, resistan. No retrocedan, avancen; recuerda las promesas que una vez se hicieron a la luz de la luna llena eterna de este espacio, en esas cuatro paredes pintadas de color rosa y llenas de tantos y tan hermosos momentos que aquí se han vivido.


Guerrero sé el ave fénix que renace de entre las cenizas, no apagues esas esperanzas que el corazón tuyo y de ella guardan, sáquenlas a la luz del día, que vistas así tendrán un nuevo color y tomaran un nuevo sentido en sus vidas.


Te dejo en su nombre rayitos de sol, gotas de rocío al amanecer, brillos de estrellas, luz de luna llena, muchos besos bajo tu almohada, muchos abrazos que te hagan sentir cuanto se te ama y muchos te amo que  ella coloco en alas de mariposas para que te los lleven cada que veas una.


Con mucho cariño: Oreades...