Me duele saber que nunca te sentiste amado por mi, cuando lo único que hice este tiempo fue decirte y demostrarte en todas las formas habidas, por haber e inventar lo mucho que te amo.
Traté de ver siempre tu lado bueno, tu lado lleno de luz pero te empeñabas en mostrar tu lado gris, ese que está lleno de dolor, culpas y miedos. Ese lado que te empeñas en no abandonar, en vivir siempre en él. Ese lado que tambien a mi me arrastraba cuando llegaban nuestras tormentas internas y no nos dejaban avanzar. Es cuando en esos momentos me preguntaba: ¿Que hacemos mal? ¿Porque estamos asi?
Repartías tu coraje en pedazos cuando siempre te dije: dimelo a mi de frente, asi simple, claro, llano. Yo tuve la mala idea de una vez rechazarte una flor y a cambio rechazaste mi presencia. Me sacaste y me sacaron de tu vida de la forma mas triste y cruel: con mentiras y dudas. Hablas de perdonar pero a mi jamás me has otorgado el perdón, al contrario haces que me vuelva a sentir peor cada vez, porque me recuerdas una y otra vez lo malo, los errores y fallas que tuve yo contigo.
Hoy el tiempo se volvio en contra nuestra y me trajo voces desconocidas para mi pero con tus palabras, donde me dicen todo lo que te hacía sentir: todo menos amor. En donde todas me dicen que solo te lastimaba, te hacia infeliz, te dañaba, que yo era quien te manipulaba ¿A quien la hago caso a esos ecos pasados o a la voz de tu presente que dices que sigue perdida?
Pensé que hoy con tu regreso todo iba a ser diferente, y si lo fue, pensé por un momento que aun me amabas y que por eso me buscabas, para decir: La peor tormenta ya paso, y seguimos juntos, pero tontamente me hice yo sola ilusiones. Solo regresé para reclamos, para que ni un te quiero, un abrazo o un beso hubiera de saludo. Sólo regresé para comprobar lo que yo de antemano sabia: que ya no ocupo un lugar en tu vida.
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