miércoles, 13 de julio de 2011

Un hombre

Mi búsqueda no es sencilla. He encontrado a mi paso amigos, enemigos, intelectuales, conocidos; pero aún continúo mi búsqueda, porque lo que yo deseo es solamente un hombre.
Un hombre tan seguro de si mismo que no tema mi plena realización como mujer; que jamas me considere su rival en ningún aspecto, sino que sea para mi como yo para él: eternos compañeros.

Un hombre que no tema a la ternura; que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse a recobrar fuerzas para la lucha diaria; que no piense que al amarme lo derroto o que al amarme me aniquila.
Un hombre que me proteja de los demás y de mi misma. Que conozca mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.

Un hombre que con cada amanecer alimente nuestro amor con delicadeza; que sepa que para mi una flor entregada con un beso tiene más valor que una joya entregada por un mensajero.
Un hombre con quien pueda hablar, que jamás corte el puente de comunicación; ante quien me atreva a decir todo lo que pienso sin temor a que me juzgue o a que me ofenda; que sea capaz de decírmelo todo, incluso hasta que no me ama.

Un hombre que siempre tenga los brazos extendidos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada o insegura; que conozca su fortaleza y mi debilidad, pero que jamás se aproveche de ella.
Un hombre a quien lo domine el entusiasmo y ame intensamente la vida; para quien cada día sea un regalo inapreciable que se tiene que vivir plenamente, aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.

Un hombre que sepa ser siempre mas fuerte que los obstáculos; que jamas se amilane ante la derrota, y para quien los contratiempos sean más un estímulo que adversidad.
Un hombre que esté tan seguro de su hombría que no sienta la necesidad de demostrarla a cada minuto.

Un hombre que no sea egoísta; que no pida lo que aún no se ha merecido, pero que siempre haga esfuerzos por tener lo mejor porque se lo ha ganado; un hombre que goce dando y que sepa recibir.
Un hombre que se respete a si mismo, porque así sabrá respetar a los demás; que no recurra jamás a la burla o a la ofensa, puesto que mas rebaja al que las hace que al que las recibe.

Un hombre que no tenga miedo de amar, ni se envanezca porque es amado; que goce cada minuto de amor como si fuera el último; que no viva esperando el mañana porque tal vez el mañana nunca llegue.
Cuando lo encuentre lo amaré intensamente. Y me pregunto:
¿Acaso ese hombre eres tu?

(Anonimo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario