miércoles, 23 de febrero de 2011

Oréades: El nacimiento de Zhit

Al tiempo que Oreades recibe la carta y el relicario se escucha un estruendo que hace que el castillo se cimbre pensando que este se iba a derrumbar y caer sobre sus moradores.

La princesa sin perder tiempo sale del castillo, solamente con la carta y colgando de su delicado cuello el regalo que el príncipe Azpher le enviara, olvidando por completo a sus dos Ángeles que viven a su lado, regresado sobre sus pasos se adentra en el castillo para buscar a sus ángeles y salir de ahí.

El bosque tiembla, las tranquilas aguas del lago empiezan a subir chocando entre si, no se sabe que produce tan violento movimiento, solo se ve a lo lejos en la parte alta de la montaña un relámpago que cruza el cielo, y una linea de fuego se traza cubriendo la montaña. Todo esto sucede ante los ojos de Oreades, quien no da crédito a lo que ve. Buscando refugio ella y sus dos ángeles bajo los arboles del bosque, recuerda de pronto que entre sus ropas trae una carta dirigida a ella y que aun no ha leído. Esperando a que los primeros rayos del día alumbren la oscuridad en la que se encuentra sumergida, solo atina a abrazarse de sus ángeles y pedir que el amanecer llegue pronto.

Muy cerca del amanecer cuando pensaba que el temblor en el bosque había cesado, se escucha un fuerte estruendo en la montaña, al tiempo que Oreades abraza a sus ángeles buscando tranquilizarse y tranquilizarlos un grito surge de esa montaña. Un grito que produce lágrimas de miedo en los ojos grises de Oreades, mismos que cuando derrama lágrimas se tornan azul, de un azul tan profundo que se podrían confundir con las azules aguas de una mar en calma.

Ese grito que surge de la montaña no es mas que el grito que anuncia el nacimiento de Zhit, una criatura mitológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario